Publicado: 07.06.2023
El día comienza con otra charla de Connor. Esta vez trata sobre los insectos y su gran importancia para la naturaleza. Además de la polinización de las plantas, que probablemente es la más conocida, los insectos tienen muchas otras funciones importantes. Aflojan el suelo y generan burbujas de aire, algunos llevan semillas de plantas a sus nidos y las distribuyen, o evitan que el CO2 del suelo llegue a la atmósfera. A veces, sus construcciones incluso sirven de inspiración para arquitectos. La diversidad de insectos es un buen indicador de la salud de un ecosistema. Actualmente tenemos aproximadamente un 75% menos de insectos que en tiempos preindustriales. Por lo tanto, es urgente tomar medidas, y lo más sensato sería comenzar por no utilizar pesticidas en la agricultura. Connor nos explica que los pesticidas también matan todos los insectos beneficiosos y que al prescindir de ellos, o reemplazarlos por métodos ecológicos, la calidad del suelo mejoraría gracias a esos insectos, lo cual también beneficiaría la agricultura. Después de la charla, nos dirigimos en coche a un mirador y allí nos encontramos con Ike-San. Él es un experto en las aguas de Sado y sus alrededores. No solo en Sado existe el problema de que el mar contiene poco hierro. Muchos seres vivos necesitan hierro para poder vivir, por lo tanto, debe añadirse de forma artificial. Utilizamos viejos calentadores desechables para reducir también la basura. En los 'Hotpockets' hay hierro oxidado que mezclamos con ácido cítrico y agua para convertirlo en hierro accesible para los seres marinos. Primero debemos abrir todos los Hotpockets individualmente y recoger el contenido en un montón. Llenamos las botellas hasta la mitad y luego añadimos los ingredientes restantes. El resultado es un caldo marrón que recuerda un poco a la 'sopa' que cociné cuando tenía seis años en el jardín. Se siente muy extraño cuando vertemos todo esto en un estanque. El estanque está diseñado para recolectar agua para los campos de arroz. Vertemos el hierro directamente aquí porque en el cultivo del arroz, el agua se contamina con pesticidas y fertilizantes. Cuando llega al mar junto con el hierro, las algas pueden purificarlo mejor. En el camino de regreso, hacemos una parada en una bahía donde se puede navegar en el famoso Tarai (un bote que se parece a un enorme barril). Se controla el bote solo con un solo remo, que se sostiene verticalmente. No tengo idea de cómo funciona eso, pero las ancianas allí son profesionales. Al final, por supuesto, no puede faltar la tienda de Tayaki, esta vez con batata morada. c: