Publicado: 03.06.2023
Hoy vamos a visitar a Megumi. Ella vive en una casa que pertenece a uno de sus amigos y que está al lado de una granja de leche. También tiene su propio campo, donde hoy por la tarde le ayudaremos. Por suerte, Megumi habla suficiente inglés para que podamos comunicarnos bien. Para la mañana, tenemos planeado cocinar primero. Haremos Chimaki con ingredientes de su jardín y los jardines de sus amigos. Chimaki son bolitas de arroz que se envuelven en hojas de bambú y luego se cocinan al vapor. La preparación es un poco como hacer risotto; cuando el arroz está ligeramente cocido, se coloca en las hojas de bambú. Todo se cocina en un tipo de horno de camping que quema leña sin humo y se calienta extremadamente. Como guarnición hacemos Fuki, una planta que parece un tipo de maleza aleatoria que crece al borde de la carretera. Primero tenemos que cosechar cada tallo de Fuki individualmente. Luego se frota con sal y se cocina durante unos minutos. Cuando están listos, todos los tallos deben pelarse a mano uno por uno. Son peor que pelar espárragos. Al final, se fríen un poco y se añaden cubos de tofu a la olla. Desafortunadamente, en mi opinión, todavía saben a maleza aleatoria del borde de la carretera. Pero los Chimaki son realmente deliciosos. Después de comer, vamos con Megumi al campo. A primera vista, no se puede reconocer el campo como tal, ya que aquí crece más maleza que cualquier otra cosa. Ella nos explica que no ve las plantas como enemigos, sino como un recurso infinito. Con ellas puede formar pequeños montones de compost donde luego planta sus verduras. Así que le ayudamos a cortar las plantas para que no crezcan demasiado y formamos montones de aproximadamente 2 metros de largo, que más tarde se convertirán en un lecho. Hay que tener cuidado de no llevarse demasiado de un lugar y solo cortar aproximadamente la mitad de la planta para que pueda volver a crecer. Después de un tiempo, el trabajo se vuelve muy agotador y es impresionante que Megumi normalmente lo hace sola dos o tres veces a la semana. De todos modos, ella está muy agradecida por la ayuda y al final del día uno siempre tiene la sensación de haber logrado realmente algo.