Para la tarde habíamos planeado visitar la 'Plaza de Tiananmen' y quizás hacer una visita al 'Presidente Mao'. Queríamos dejar la 'Ciudad Prohibida' para otro día. Viajamos en metro. La plaza estaba cerrada.
Uno tenía que hacer fila y mostrar la identificación. Sin embargo, no llevábamos nuestro pasaporte. Así que tuvimos que cambiar de planes. El primer pensamiento: bus turístico, que nos llevaría en círculos y podríamos ver todas las bellas cosas en Pekín. Pero en la parada indicada, no llegó ninguno. Después de un tiempo de espera, tuvimos que pensar en un nuevo plan. La guía recomendó un paseo por los 'hutongs' de Pekín, las callejuelas entre las viejas casas de Pekín.