Publicado: 03.02.2020
A causa de la fiesta de despedida anterior, la noche del sábado al domingo fue muy corta. La noche terminó a las 4 de la mañana para preparar todo a tiempo para el viaje y el vuelo. Cuando, poco antes de las 5, salí de casa junto a mi madre y algunos amigos, era una sensación muy extraña saber que no volvería a ver mi hogar durante los próximos 6 meses.
El viaje de casi 4 horas transcurrió afortunadamente sin atascos ni otros imprevistos, salvo un poco de lluvia.
Alrededor de las 9 llegamos al aeropuerto de Hamburgo y comenzamos a descargar mis maletas y buscar la terminal correcta. Como mi vuelo no salía hasta las 10.40, todavía teníamos tiempo suficiente para dejar las maletas que no deberían ir en la cabina sin prisa.
Y entonces.... comenzó el caos.
Una empleada del aeropuerto me informó que aparentemente no tenía tiempo y que ya había comenzado el embarque de mi vuelo. Siguió una despedida apresurada y llena de lágrimas de mis acompañantes, y luego pasé por los controles de pasaporte y seguridad...
Allí tuve que sacar y volver a empacar mis cosas una y otra vez, mientras que la gente de seguridad no era precisamente útil ni amable. Después fue correr. Y fue como sentir que corría 5 kilómetros antes de que finalmente llegara a la fila para mi vuelo. Allí se me informó que todo el espacio de almacenamiento en la cabina ya estaba ocupado y que mi pequeña maleta también tenía que ir en la bodega. Eso significaba que tenía aproximadamente 2 minutos para sacar mi laptop y todos los demás dispositivos electrónicos de mi maleta e introducirlos en la cabina. Y, por supuesto, antes no se me había ocurrido meter una bolsa o algo similar en la maleta. Así que tenía 5 cosas diferentes en los brazos y tenía que asegurarme de que no se me cayera nada.
En el avión, las cosas mejoraron un poco, porque tenía al lado una amable pareja mayor que me contaron sobre sus vacaciones en Hamburgo y hablaron conmigo cuando me sentía mal por las turbulencias.
A las 11:20 llegué a Londres Gatwick y esperé a mi padre anfitrión en la sala de llegadas.
Como se supo más tarde, él también me estaba esperando. No a más de 5 lugares de distancia... Prácticamente habíamos estado sentados uno al lado del otro sin darnos cuenta... :)
Cuando nos dimos cuenta, nos saludamos y nos dirigimos al coche. Al llegar allí, no pensé en ello y subí por el lado del conductor... por supuesto que me iba a pasar eso... al principio me sentí un poco tonto, pero luego pudimos reírnos ;D
Del aeropuerto de Gatwick se tarda alrededor de 40 minutos en llegar a Orpington. Mi hogar para el próximo medio año.
En Orpington conocí por primera vez a mis niños anfitriones y a la madre anfitriona. Debido a mi llegada, todos salimos a comer pizza juntos para conocernos un poco mejor.
Debo decir que no podría estar más feliz con mi familia anfitriona. Los padres son increíblemente amables y serviciales, y hacen todo lo posible para que me sienta bien, y lo logran muy bien. Las dos chicas son adorables y también muy simpáticas. Todos nos llevamos bien rápidamente y todos me ayudan en lo que pueden si tengo un problema o no entiendo algo.
¡Qué día!