Publicado: 22.06.2020
Soy el Heiris Klausen Michi de Oberhostatt. Este es mi clan. Mi abuelo era Heiri, mi padre es Klaus, yo soy Michi y todos nosotros ya hemos defecado en los pantalones en la Oberhostatt. He dejado el territorio de mis antepasados, he ido deambulando, antes de establecerme en el país de los Grisons, donde ahora soy un subalpino, un extraño. Impulsado por la curiosidad, he explorado cada rincón con mi bicicleta y esquís, y conozco las piedras mejor que algunos locales. Desde el no muerto de Grappa Naira hasta el diablo de Tinizong, conozco todas sus historias y aun así nunca seré uno de ellos. La dicotomía ciudad-campo todavía persiste en las mentes, aunque Suiza se ha transformado en una única ciudad con abundantes espacios verdes entre medio. Aquí en los pueblos de montaña, donde las montañas bloquean la vista hacia la lejanía, esta estrechez existe en cierto tipo de mentalidad de los montañeses. Desde la distancia, han llegado una vez como germanos, réticos, walser e italianos. En algún momento eran también una chusma extranjera. Ahora se llaman a sí mismos locales, aborígenes, locales o nativos, que tienen ciertos privilegios. Mi privilegio como un nativo secundario es la libertad para hacer el tonto. Afortunadamente, mi abuelo no era un grisonio y tampoco le robó supuestamente a ningún otro abuelo un gallo. Estoy libre de feudales familiares enojosos y me tomo la libertad de ser tan descarado como lo fue alguna vez mi abuela al limpiar los callos. Por supuesto, asumo el riesgo de acabar un día pintado y emplumado en la plaza del pueblo, en el banquillo de los acusados. Pero, gracias a Dios, los imbéciles de este mundo están distribuidos equitativamente, así que también hay personas aquí a quienes no les importa mi ascendencia y lo que cuenta es mi carácter. Soy el Heiris Klausen Michi de Oberhostatt y nuestros antepasados han asesinado a los Habsburgo y luchado como mercenarios en los campos de batalla de Europa. Yo, el incansable viajero, me siento en casa donde hay montañas, nieve y mi Annina.