Publicado: 26.04.2023
La península de Coromandel - situada ligeramente al sureste de Auckland - es como un mini Northland. También aquí hay miles de calas y playas, bosques lluviosos y árboles Kauri, caminos de grava, árboles Pohutukawa y poca población ... pero todo está cercano, la extensión Norte-Sur (medida según la distancia de Thames a Coromandel Town) es apenas de 55 km ... un poco más se extiende la península, pero no se pueden transitar las carreteras allí con un coche de alquiler ...
Primero, nos quedamos 2 noches en el lado oeste de la península de Coromandel, en el Firth of Thames. La M femenina había encontrado una caminata que hasta ese momento nos era desconocida y que comienza aquí. Esta caminata nos ofreció (a) algunas vistas hermosas y (b) un día más en la categoría 'gran día de senderismo', aunque el sol y menos nubes bajas podrían haber aumentado la diversión.
Para ir de un lado (en nuestro caso, el oeste) al otro (aquí: el este), hay en realidad 4 posibilidades. Dos de ellas estaban cerradas debido a daños por tormentas. Pero se necesita una cantidad impar para hacer un cambio de lado, y por supuesto se quiere haber recorrido todas las carreteras, que son escasas, al menos una vez, así que tuvimos que recorrer una de las rutas restantes dos veces.
En el lado este de la península de Coromandel se encuentra uno de nuestros lugares favoritos en Nueva Zelanda - la Cathedral Cove. Lamentablemente, su acceso por tierra estaba bloqueado debido a los daños por la tormenta y por mar estaba prohibido debido a varios peligros en la playa. Para que no tuviéramos que sentir demasiado la tristeza de no poder ir esta vez, llovió durante todo el tiempo ... Otro de los puntos destacados habituales fue inaccesible debido a una carretera destruida: la carretera de grava Tapu<->Coroglen con el Kauri Square.
Pero al menos había una delicia accesible: la playa de aguas termales. Algunas fuentes termales alcanzan la superficie aquí - en marea baja - en una pequeña área de una playa de arena, donde grandes cantidades de turistas construyen bañeras de arena y se sientan (o se tumban) en ellas hasta que llega la marea y todo se desmantela. Desde que supimos exactamente dónde había que cavar, siempre hemos estado allí, y esta vez también había una pala lista para nosotros en nuestro alojamiento. Sin embargo, además del factor de la marea, también está el factor viento, y como hemos tenido fuertes vientos del este durante un tiempo, el nivel del agua era más alto de lo normal, y cuando aparecimos poco después de la marea baja, la diversión casi había terminado. Pero como también llovía un poco y hacía frío, de todos modos queríamos optar por la variante 'solo pies', y para eso aún era suficiente ...