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Delhi - ¿una ciudad musulmana?

Publicado: 05.10.2018

Con las manos en el corazón: ¿qué saben de la historia india antes de que los ingleses se establecieran aquí como potencia colonial? En mi caso, no sabía nada, como me di cuenta al hacer turismo en Delhi. Para mí, India siempre fue un país hindú, en el que hay una minoría musulmana con la que la población mayoritaria no se lleva bien, de ahí la existencia de Pakistán. Así que asumí que en Delhi principalmente veríamos monumentos construidos por hindúes. Error, solo teníamos (con la excepción del maravilloso Templo Bahá'í de la década de 1980, que tampoco es muy hindú) construcciones en el programa, que fueron construidas por y para musulmanes - por gobernantes y dinastías que, por cierto, ya conocíamos de Uzbekistán. La explicación es simple: desde el siglo XII hasta el XIX, el norte de India fue gobernado por familias de gobernantes musulmanes, que dejaron siete ciudades distintas en el área de lo que hoy es Delhi (que es absolutamente enorme). La octava fue añadida por los británicos.

No obstante, se puede encontrar algo hindú, y precisamente en la que considero la atracción turística principal. El Qutub Minar pertenece a la primera y segunda ciudad y es un complejo de mezquitas con un minarete realmente sensacional y salas de columnas, para las cuales se utilizaron componentes de templos hindúes más antiguos. El efecto es asombroso y hermoso. También para los nuevos componentes se emplearon artesanos hindúes, que dieron una impronta propia a las construcciones musulmanas en India, que no siempre nos gustaba.

Es reconocible por derecho propio el Fuerte Rojo (pertenece a la séptima ciudad, es decir, al siglo XVII), cuyas robustas paredes y puertas encierran palacios delicados, encantadores y aireados. No pudimos realmente mostrarnos entusiasmados con la mezquita de los viernes correspondiente.

Y lo logramos, aunque solo estuvimos dos días en Delhi y realmente solo queríamos ver las principales atracciones turísticas, al final vimos de manera completamente involuntaria algunas cosas singulares (nuestras queridas Minor Sights) - lo cual ha vuelto a ser muy provechoso. En la tercera ciudad, Tughluqabad, del siglo XIV, una enorme fortaleza con muros muy intactos, nos contó nuestro conductor que en sus 15 años de trabajo nunca había llevado turistas - igual que a Purana Qila, en la sexta ciudad (siglo XVI), donde se conserva una maravillosa y muy india mezquita. Los dos días son suficientes, por cierto, para explorar Delhi a fondo (con un conductor propio). No hay tiempo para ir de compras (en el gran bazar), lo que las invitadas siempre quieren, como nuestro conductor notó irritado varias veces. Me temo que no soy una típica invitada. Sin embargo, ya hemos estado en el bazar, que es desbordantemente animado, porque nuestro agente de viajes es de allí.

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#indien#delhi