En nuestro camino hacia el norte decidimos disfrutar una última vez (?) del sol en el mar y buscamos un camping, ya que necesitábamos una ducha. Sin embargo, todos estaban cerrados, así que nuevamente terminamos en una (algo horrible) habitación de hotel, decorada al estilo comunista de los años 70. Desafortunadamente, el mar tampoco era realmente disfrutable, ya que la playa nuevamente presentaba los productos plásticos más bellos de nuestra época. A pesar de eso, llevamos a cabo un bonito programa de ejercicios matutinos al sol: correr y hacer ejercicios de fuerza... porque pasar todo el tiempo solo conduciendo no contribuye necesariamente al bienestar físico. Luego continuamos nuestro viaje hacia Shkodra y Koman, un pequeño pueblo en medio de las montañas albanesas, desde donde debía partir nuestro ferry hacia Fierze. El camino fue muy aventurero: además de una pequeña tortuga que encontramos en el camino y una vista maravillosa del largo embalse Lago Koman, los últimos 20 km consistieron simplemente en un camino de tierra sin asfaltar sin barandillas a lo largo de la montaña, con algunos baches... Pero vean por ustedes mismos.