Publicado: 19.09.2020
Niebla matutina sobre la Havel, jabalíes desayunando en la orilla opuesta.
Pronto llegamos al borde de Berlín, visible en la orilla, en el aire y sobre el agua.
Pasamos por el centro de Spandau y a través de la esclusa, ya estamos en la Lanke, donde primero buscamos un lugar en la marina, pero tras hablar con el jefe del puerto, debemos movernos de nuevo.
Pero luego hemos ganado un bocadillo, con vista al Grunewald.
Y como llegamos temprano, montamos en bicicleta de nuevo a Spandau, vamos de compras y respiramos el aire de Berlín.
Por la noche, un saludo desde Franconia.