Publicado: 25.12.2017
Cuarta vez en Auckland. Como siempre, hay tráfico y todos conducen un poco distraídos. Así que solo podré hacer las cosas más importantes, lavar la camper y limpiarla por dentro rápidamente antes de devolverla. El viaje a Auckland ha tardado más de lo habitual, hoy es viernes y comienza el período de vacaciones de verano, y ha habido algunos atascos. Pero cruzar el Puente de Auckland sigue siendo divertido. La broma del día: cuando subo al coche por la mañana, suena Chris Rea - Driving home for Christmas. ¡Y eso en una calurosa mañana de verano! Así que probablemente eso será el lema del día...
Devolver la camper es rápido y sin complicaciones, todo bien. Durante la transferencia de la compañía de alquiler al aeropuerto, me encuentro con Olli, un ex ulmer que ahora vive en Hamburgo. ¡Qué genial es eso! En el otro extremo del mundo. Nos citamos en Ulm para tomar una cerveza en la próxima oportunidad. Dejo mi equipaje en el aeropuerto y disfruto del verano por la tarde afuera. Ya estoy acostumbrado a los contrastes del clima, así que la nieve en Alemania cuando aterrice no será tan inusual. A las 21 horas, despegamos en el A380 desde el aeropuerto de Auckland hacia Dubái. El vuelo dura buenas 16 horas y luego de Dubái a Múnich.
El sábado llegamos a Múnich, tras varios litros de agua y algunos gin tonics
😄 a bordo. El final del viaje se acerca. Una de las azafatas también había estado en Nueva Zelanda y entiende cómo me siento en este momento. Este increíble viaje está llegando a su fin y como es realmente emocional, recibo a bordo un gin tonic doble😅. Por un lado, estoy muy emocionado de volver a ver a la gente en casa, pero ya echo de menos Nueva Zelanda. Primero dormiré bastante bien, ya que he estado viajando casi 40 horas, 25 de ellas en avión.