Publicado: 11.08.2018
¡Última etapa! Una vez más nos levantamos temprano para escapar del calor y nos dirigimos a la Reserva India Agua Caliente. Al final de la calle de acceso, llegamos a un mirador del Palm Canyon, una oasis llena de majestuosas palmeras en abanico californianas. Las palmeras ofrecieron una sombra agradable en el ya incomprensible calor de la mañana. ¡La vida animal también nos recompensó generosamente! Vimos un grupo de carneros bien camuflados en las montañas. Pero nuestro gran momento fueron los diminutos colibríes. Capturarlos frente al lente fue un verdadero desafío, ya que son tan rápidos que apenas podías seguirles el ritmo....! Una vez más empapados de sudor, continuamos hacia Anza Borrego, donde aparte de cactus y otras plantas poco exigentes, poco más crece. Pero no vinimos por la naturaleza al lugar más caliente de los EE.UU., sino por los más de 100 animales y esculturas metálicas de tamaño sobre dimensional. Estas están esparcidas por la aldea en el árido paisaje y así comenzamos nuestra 'safari en auto'. ¡Incluso buscar y fotografiar estas figuras metálicas nos agotó por completo en este calor! Por enésima vez, empapados nuevamente, nos metimos en el coche y seguimos hacia San Diego. En la última milla hacia nuestro hotel nos quedamos sin palabras. Un puente increíble conecta San Diego con la isla Coronado. Y allí estaba - ¡majestuosamente, nuestro hotel! Tras una ducha fresca, con una hermosa vista hacia el pacífico, tomamos nuestros Margaritas y contemplamos el atardecer a suaves 28°. - Era celestial - ya amamos San Diego......