Aunque pasé bien la primera noche, gracias al jet lag y la diferencia horaria, me desperté temprano por la mañana. Entonces aproveché el tiempo para buscar en Internet qué lugares turísticos había y confeccionar algunas rutas. Desayuné en el hostel, que estaba incluido en el precio . Consistía simplemente en tostadas con mantequilla/mermelada/mantequilla de maní, algo de fruta y cereales, pero era más que suficiente ;)
Mi primera parada fue el Pier 66, un famoso muelle de Seattle.