Publicado: 02.02.2017
Gaviotas, gaviotas hasta donde alcanza la vista. Ni siquiera se puede vaciar la bolsa de papas fritas en paz, sin que estas criaturas estén a nuestro alrededor esperando que algo les caiga. Como las palomas en Alemania, pero estas gaviotas plateadas son aún menos tímidas. Y lucen mejor que las ratas voladoras. Tienen picos rojos y patas rojas. Supongo que esos son los machos. Los otros, con pico y patas negras, deben ser las hembras. Pero tampoco soy ornitólogo.
Un pequeño consejo: si alguna vez te encuentras sin un teléfono a mano y necesitas llamar rápidamente, deberías elegir una cabina telefónica diferente a la que nosotros elegimos. Esa ya no sirve para mucho...
Eh, donde estaba, ah sí, gaviotas. Son molestos esos bichos. El único animal que se odia más aquí es el opossum.
La 'plaga' traída desde Australia para la industria de la piel, gusta de comer huevos de kiwi (los kiwis son pequeños y dulces pájaros nocturnos que pertenecen a la familia del avestruz. Si alguna vez veo uno, prometo tomar fotos) y así contribuye a la disminución de la población de kiwis. Por eso, los opossums suelen ser atropellados y muertos. El animal no tiene la culpa... Bueno.
Llevamos aquí dos semanas y... se ha visto la primera cucaracha. O una cucaracha XXL, no estoy muy seguro. Miren y decidan ustedes mismos. Aparte de eso, aquí solo hay las mismas criaturas que en Alemania. No hay arañas venenosas ni serpientes, etc. Solo que las picaduras de mosquito pican realmente fuerte. No quiero ni comenzar a hablar de las numerosas moscas de arena. ¡Malditas criaturas!
Para concluir, puedo decir que Nueva Zelanda vale la pena visitar, siempre y cuando tengas tiempo, dinero y ganas. Conocemos muchos europeos, también con niños, y está bien. Solo que debes quedarte al menos 4 semanas aquí y eso cuesta dinero. Para una familia de 4 personas, debes calcular al menos 10,000 €, o más...