Publicado: 01.05.2018
Desde La Venta viajamos a Danli, que tampoco está exactamente en la ruta típica de los gringos. Venimos aquí para visitar una fábrica de cigarros que pertenece a la empresa para la cual trabajó anteriormente el padre de Jörg. La fábrica, de hecho, no ofrece visitas al público, pero tuvimos el honor de ser invitados personalmente por el gerente de la fábrica, Rafael, y ser acompañados en el recorrido.
Justo después de nuestra llegada, Rafael se puso en contacto con nosotros e invitó a cenar juntos. Tenía a otro colega suizo de visita y así fuimos cuatro a un steakhouse, que se considera el mejor restaurante en Danli. Y de hecho disfrutamos aquí de la mejor carne que habíamos probado hasta ahora en Centroamérica. Era realmente delicioso, una velada agradable y estábamos muy agradecidos por la generosa invitación.
Por la mañana siguiente, nos encontramos como habíamos acordado en la fábrica, donde Rafael ya nos esperaba. En la fábrica se producen cigarros Al Capone, que luego se distribuyen principalmente en el mercado estadounidense. Por esta razón, Honduras es un lugar de producción adecuado, ya que hay varios acuerdos comerciales entre los países que facilitan la importación de los cigarros. El tabaco, de hecho, no se produce aquí, sino que se importa de Indonesia, lo cual me sorprendió bastante. Pero la explicación era sencilla: si se utiliza tabaco diferente, el sabor del producto cambia a un punto que el cliente lo notaría. Por lo tanto, siempre se utiliza el mismo tabaco y no se cambia a productos locales.
Al inicio de la visita, entramos en un gran salón donde trabajaban los \