Publicado: 16.09.2019
¡Confía más en una aplicación del clima que en tus propios ojos en Valdivia! Suena raro, pero es así, porque el clima cambia cada 5 minutos, pero luego se ajusta a lo que dice 'Google Weather'. Así que decidimos pasar la tarde del domingo en Niebla. Por supuesto, la previsión no nos falló y las pequeñas a medianas lluvias de granizo se disiparon hasta las 12 del mediodía.
Niebla es un pequeño suburbio de Valdivia en la costa del Océano Pacífico. Creo que se traduce algo así como 'niebla'. Allí se organiza una feria cada fin de semana con comida tradicional. Los chilenos vienen con toda su familia a este lugar para llenar bien el estómago. Porque: ¡es barato y delicioso! Mi compañera de piso, Yorka, vivió allí durante 2 años y había probado cada puesto de la feria. Así que solo tuvimos lo mejor para comer :D. Todo lo que nos recomendaron no lo logramos probar, así que definitivamente tenemos que volver. Probamos 'Pastel de Jaiba' – una crema de queso y cangrejo y 'Pan de Choclo' – una especie de pastel de maíz dulce y salado con carne de pollo y huevo. Este último es bastante extraño, porque nunca he probado algo similar en sabor. Definitivamente hay que gustar del maíz dulce y la avena. Además, decidimos elegir empanadas clásicas, que siempre son una buena opción. Para beber, había 'Mote con Huesillo' - un jugo de durazno con trigo suave. Para nosotros es exótico mezclar cereales en bebidas. Para los chilenos, es completamente normal. No me atreví a probar el intestino grueso de la vaca, pero incluso Yorka tuvo sus dudas con eso... Tal vez, la próxima vez con un Pisco.
Para evitar el coma de la comida, dimos un paseo a la playa cercana. ¡El clima estaba soleado, solo un poco ventoso! Uuuund entonces me di cuenta, ¡estoy por primera vez en el Océano Pacífico! No importa cuán cálido sea, ¡tengo que meter al menos los pies! No estaba tan frío después de todo. Luego, visitamos el Fuerte de Niebla, una fortaleza construida por los españoles. En la zona hay toda una serie de ellas, para proteger la ciudad de Valdivia de ataques acuáticos. Finalmente, decidimos tomar un ferry por el equivalente a 0,50 euros a la pequeña isla 'Mancera'. Allí se encuentra otra fortaleza y más vistas hermosas. El camino de regreso fue un poco difícil, ya que el ferry regular no funcionaba más y así llamamos a un ferry privado (uno ya se siente un poco VIP cuando puede disfrutar de un cruce privado por 1,20 euros). Luego solo quedaba volver en bus, 20 minutos son suficientes para una pequeña siesta. En total, fue un domingo relajado y agotador, que Yorka y yo finalizamos con una serie de Netflix.
Frieda (16 de septiembre)