Publicado: 17.01.2019
En Kho Phi Phi, caminamos hasta el mirador en nuestro último día. La vista era increíble. No es de extrañar que fuimos testigos de una propuesta de matrimonio allí. Después de una deliciosa cena en nuestro restaurante favorito (donde tuvimos la oportunidad de dejar nuestra huella), nos dirigimos a uno de los innumerables estudios de tatuajes de la isla. Después de una exhaustiva investigación, decidí hacerme un pequeño tatuaje de bambú, el cual se realiza a mano y no con máquina.
Al día siguiente, el ferry nos llevó de regreso a Aonang. Allí pasamos dos noches, y entre otras cosas, hicimos un viaje en bote de cola larga a Railey Beach. Además de esta playa, también caminamos hacia la Cueva de la Princesa y la Playa Phra Nang, disfrutando de la buena comida.