Publicado: 08.11.2017
Las primeras dos noches las pasamos en Brisbane para que Rahel pudiera superar el jet lag. Ya nos habían advertido que no es la ciudad más encantadora. Esa también fue nuestra impresión. Muchos rascacielos que rara vez combinan. Quizás fue también el cielo gris por la mañana lo que nos desanimó. Sin embargo, el río que atraviesa la ciudad le da a veces un aspecto de pequeña Nueva York. ;-)
No obstante, hicimos lo mejor de la situación y exploramos la ciudad a toda prisa en un día. La mayoría del tiempo nos movimos en los CityBikes, por 2 dólares tienes acceso y puedes tomar una bicicleta de las 150 estaciones en toda la ciudad y pasear gratuitamente durante 30 minutos. Rápido, simple y no tienes que caminar kilómetros. Actualmente está disponible en todas las ciudades más grandes. En Brisbane son operados por la ciudad, no como en Zúrich que son de una empresa china. Simplemente recomendamos fotografiar o guardar un mapa con las estaciones en caso de que no tengas internet (pasamos un buen tiempo buscando).
También es recomendable el City Hopper, un pequeño ferry que te lleva gratis río arriba y río abajo. Desayunamos en Bagle Boys http://thebagelboys.com.au, muy sabroso y asequible. Luego visitamos el City Hall con el Tower Clock, paseamos por el Jardín Botánico y en South Bank pedalear por el río. Después del picnic nos hemos dado un chapuzón en Streets Beach, una playa artificial y allí pasamos la tarde. Con el City Hopper regresamos al hotel.
Por la noche celebramos el primer BBQ de Rahel en el Cliff de Kangaroo Point con hamburguesas. ¡Este lugar es simplemente indescriptible! Estaciones de BBQ con una vista impresionante del horizonte de Brisbane.
Disculpen que ha tardado un poco en publicar, pero la conexión a internet en Australia es mayormente bastante mala. A continuación, recogeremos la campervan y regresaremos a Byron.