Publicado: 01.07.2022
Colombia…
¡Casi no queríamos irnos! ¡Un hermoso pedazo de tierra!
Nuestra última etapa nos llevó al Amazonas, pasando por cascadas que parecen infinitas, monos, delfines, fábricas de caña de azúcar y cañones…
Y al final queríamos devolver un poco de la bondad que experimentamos y ayudamos en dos proyectos diferentes. ¡Es muy raro estar separados por un corto tiempo, ya no estamos acostumbrados a eso… sobrevivimos ;)
En Mocoa admiramos la cascada Fin del Mundo y muchos monos.
En San Agustín admiramos un montón de figuras de piedra de una cultura aún desconocida y aprendimos cómo se obtiene azúcar de la caña de azúcar.
Entre tanto, ¡teníamos la oportunidad de recargar energías con Klaus y Germán en Bogotá! ¡Un lugar feliz!
Y para Leticia ¡tuvimos que volar, todo selva hasta allí!
Conclusión:
- En Brasil, la cerveza es más barata, cruzamos a pie.
- Los delfines rosados realmente existen.
- El caimán y el piraña saben muy bien.
- En el lado peruano del Amazonas hay muchos perezosos.
- Ha hecho CALOR, un calor infernal.
- Amamos la yuca.
- Por la noche, todos los insectos son aún más fascinantes.
Proyecto-Paraiso
Felix ayudó a Klaus con la renovación de una casa en Bogotá, ¡por fin trabajando en temperaturas más llevaderas!
Pati ayudó en una escuela para personas con discapacidad en San Gil. ¡Dirigida por monjas católicas!
Particularmente: ¡TODOS los niños estaban entusiasmados por practicar, ya que así recibían más atención :D viví todo en el internado (durante la semana) cumpleaños de los niños, cenas y días de baño :D
Me ahogué en amor infantil y fui abrazado al menos 20 veces al día.
Luego Felix pasó otra semana en el paraíso infantil para ayudar, y después se fue a:
¡MÉXICO!