Publicado: 06.01.2017
05.01.17
Como anoche nos acostamos un poco más tarde, no nos despierta ninguna alarma. Mientras Marco duerme un poco más, Yves se levanta más temprano y escribe algunos correos al lado de un breve programa de ejercicios. Después de las 10:00 am, hay un buen desayuno y preparamos todo para el viaje a Key West, es importante llevar el bañador porque ¡finalmente queremos ir al mar en Florida! Justo antes de salir, el pulso se acelera un poco, ¿dónde están nuestros pasaportes y la billetera de Yves?!? Después de buscar durante 10 minutos, los encontramos bien escondidos en el asiento trasero del coche, bajo una toalla de baño. Aparentemente, estábamos un poco cansados al desempacar ayer y (sin querer) lo pusimos allí.
Finalmente, nos ponemos en marcha y continuamos por muchas puentes hacia el suroeste. Destino: Key West, la isla más occidental de los Keys. Aparcamos a Alfred al borde de la carretera y salimos a explorar a pie. Hace relativamente calor, así que pronto nos quitamos las camisetas y caminamos por las calles. Al principio es relativamente poco espectacular. Pero a medida que nos acercamos al puerto, Key West comienza a mostrar su verdadero rostro y promete mucho encanto. Grandes yates en el puerto, restaurantes y bares geniales, numerosas tiendas y construcciones interesantes.
No estamos solos, hay muchos otros turistas. Como un crucero ha atracado en el puerto, docenas están en una excursión en tierra.
En el camino hacemos una primera parada en una confitería/gelatería y tomamos un helado hecho en casa - simplemente espectacular. Continuamos paseando por las calles y nos dejamos llevar por las impresiones. Pero poco a poco es hora de ir a la playa y disfrutar de los últimos rayos de sol y nadar. Por casualidad pasamos por un monumento donde la gente hace cola para tomarse una foto. Es la marca del punto más al sur de los EE. UU. - a solo 90 millas de Cuba.
Después de 5 horas de caminar y pasear, llegamos a la playa donde hemos aparcado a Alfred. Agarramos la pelota de voleibol para jugar unos partidos mientras el sol se pone. De vez en cuando logramos también tomar una foto con la cámara.
Y luego, por primera vez desde que llegamos al continente americano, nos metemos al mar. ¡Yupiii! Está tibio, aunque hay un poco de hierba marina. Pero no importa: ¿qué más quieres que un atardecer y nadar en el mar?
Después, regresamos a casa con la rutina habitual de cocinar, comer, ducharnos, escribir el informe, subirlo y acostarnos - más bien como un resumen corto ;-)
Foto del día: Perro relajado