Publicado: 02.09.2018
El viernes por la mañana significó despedirse temporalmente de Ciudad del Cabo. Afortunadamente, al final de mi estancia en Sudáfrica volveré una vez más. El siguiente destino es Johannesburgo. Desde allí, el miércoles partiré hacia una gran safari. El camino más rápido seguramente habría sido en avión, pero quería ver más del paisaje. Y puedo decir desde ya que valió totalmente la pena. En la ruta hacia Johannesburgo circulan diferentes trenes. Hay de lujo y de bajo costo, de todo un poco. Yo elegí la última opción y tomé el tren de clase turista llamado Shosholoza Meyl. La palabra Shosholoza significa algo así como Avanza con valentía y es el título de una canción popular sudafricana. Meyl se refiere al tren de larga distancia en sí (fuente: Wikipedia 😂). Antes de viajar, leí algunos informes de viaje que mencionaban que, entre otras cosas, en el trayecto se había intentado entrar en el compartimento durante la noche. También cuando en el albergue de Ciudad del Cabo le conté a otra alemana sobre mis planes, me miraron con cierta incredulidad. Pero aquí también puedo decir que todo salió bien y nunca me sentí inseguro. Y tampoco hubo intentos de entrar en mi compartimento 😂. El tren estaba bastante vacío en general. En mi compartimento había un hombre mayor de Inglaterra. Era un tipo bastante amable, pero su última ducha, lamentablemente, parece que había pasado hace unos días 🙄, pero como se dice, no siempre se puede tener suerte 😂. En general, disfruté mucho del viaje. Simplemente era hermoso mirar por la ventana y ver el paisaje pasar. Por unos pocos euros, por la noche incluso te preparaban una cama con manta y almohada, lo que hacía que la noche fuera muy cómoda.
En general, el tren llegó a Johannesburgo con dos horas de retraso. Pero dado que el tiempo de viaje estaba planeado para 26 horas, esto se puede casi ignorar 😂. Ahora me quedaré en Johannesburgo hasta el miércoles. Luego iré de safari durante un total de 12 días a Botsuana, Zimbabue y al Parque Nacional Kruger 😊