Publicado: 30.05.2017
Hoy también nos ponemos nuevamente las botas de senderismo.
Sin embargo, después de un desayuno en la terraza, primero empacamos nuestras mochilas. Porque ya estamos dejando nuestro alojamiento y a partir de esta tarde viviremos durante unos días en Savica. Como no podremos registrarnos en el nuevo apartamento hasta más tarde, queremos aprovechar el tiempo y echarnos otro vistazo al lago de Bled.
Así que preparamos el coche para salir, lo dejamos con Alex y Ayda y nos dirigimos a pie hacia el lago de Bled. Por la mañana no hay mucho ajetreo y caminamos a lo largo de la orilla del lago, disfrutando del clima y de la vista del agua clara y azul y las montañas circundantes.
El lago es probablemente el más famoso del país y la mayoría ya lo ha visto en imágenes. La imagen clásica: el lago con su pequeña isla y la iglesia en el primer plano, la ciudad de Bled rodeada de montañas y bosques en el fondo.
Nuestro anfitrión Alex nos contó que esta famosa imagen se toma desde un mirador en el lado oeste del lago.
Después de haber rodeado medio lago, nos desviamos del camino y comenzamos la subida hacia el mirador. El sendero estrecho es pedregoso, empinado y agotador. Pero la vista que tenemos después de aproximadamente una hora compensa el esfuerzo de la subida. El lago con su pequeña isla en primer plano, la ciudad de Bled rodeada de montañas y bosques en el fondo se extiende frente a nosotros.
Después del descenso, caminamos de nuevo a lo largo de la orilla hasta Bled. Nos queda algo de tiempo hasta que podamos mudarnos a nuestro nuevo alojamiento, así que decidimos disfrutar nuevamente del pastel de crema ; )
Llena y satisfecha, subimos al coche y nos dirigimos a Savica. El pequeño pueblo, muy cerca del lago Bohinj, será ahora nuestro nuevo hogar durante tres noches. Al llegar, tenemos una grata sorpresa. En realidad, solo habíamos reservado una habitación con baño compartido, pero debido a que los apartamentos no están completamente reservados, nos cambian sin costo a uno de estos. Así que ahora vivimos en un apartamento vacacional con cocina propia, baño y balcón, donde terminamos el día con ensalada de sandía y feta y una cerveza clara.