Publicado: 07.03.2024
Tokio, Japón — Es como si hubiéramos caído en otro mundo. De todas formas, esto no se puede comparar con nada de lo que hemos visto hasta ahora. Es increíblemente limpio — a pesar de que aquí viven tantas personas. Es tan silencioso - aunque hay tantas personas caminando. Todo está ordenado, no es el desorden al que normalmente estamos acostumbrados en Asia.
La gente es súper amable, pero reservada, cautelosa y relajada. Solo la escritura me causa problemas. Los menús, las cosas en el supermercado — todo en japonés. Pero bueno, qué bien que existe Google Translate. Simplemente apuntas la cámara y traduces — ¡increíble!!
Ahora, ordenemos las cosas. Aunque me cuesta mucho organizar mis pensamientos. Desde el aeropuerto nos fuimos en metro al hotel. Y por primera vez, me sentí orgulloso de nosotros. La red de metro, de hecho, es todo menos simple o fácil de entender. Sin embargo, lo logramos de la manera más directa.
Desde el hotel, comenzamos un tour turístico por nuestro vecindario. Asakusa alberga el Santuario Senso-Ji, algunos templos y calles comerciales. Un área maravillosa para sumergirse por primera vez en el país de Japón. ¡Wow!
Más tarde, nos dirigimos al Parque Ueno. Y esto tuvo una razón muy específica. Allí hay pandas en el zoológico. Quien nos conoce sabe que los pandas son nuestros animales del alma. La razón de esto es la cierta similitud de Siar con los pandas d83d de02 d83d de03
Así que fue uno de nuestros sueños en la vida ver pandas en la realidad. Y fue una experiencia muy, muy, muy increíble. Por supuesto, un zoológico siempre es un tema delicado y sería mejor ver a los pandas en libertad — sin embargo, fue maravilloso ver a estos animales en realidad y nos quedará grabado para siempre en la memoria.
Por cierto: En el zoológico fui al baño. La oferta es muy variada d83d de02 mientras que en Alemania uno se alegra de encontrar un baño medianamente limpio, aquí hay unos con inodoros autolimpiantes, inodoros calefaccionados, ducha de trasero, secador de trasero d83d de02 y todo eso en un baño público — ya lo dije, Japón es simplemente diferente.
Luego tomamos un taxi de regreso al hotel. Y también los taxis aquí son diferentes a los de casa. Los conductores llevan traje, a veces incluso guantes blancos. Las puertas se abren solas y la decoración también es, digamos, especial d83d de02 (ver foto).
Al llegar al hotel, caímos todos exhaustos en la cama. 16,2 kilómetros a pie — realmente nos merecíamos el sueño.
P.D.: el tiempo fue realmente miserable: 8 grados y lluvia — nos recuerda a Hamburgo ☔❤️ pero somos de Hamburgo: no hay mal tiempo, solo mala ropa d83e dda3