Publicado: 29.09.2018
Decidimos no realizar la excursión organizada al interior de la isla, y con ello también evitamos un largo viaje en autobús por malas carreteras sin aire acondicionado ni baños.
Para llegar allí, tuvimos que aceptar un “wet landing”. Primero fuimos en el bote auxiliar hasta la costa, luego cambiamos a un bote inflable y finalmente tuvimos que saltar al agua que nos llegaba hasta las rodillas y caminar el último tramo a pie. Tuvimos suerte de que las olas no estaban tan altas ese día, ya que a veces uno puede mojarse hasta el pecho en ese proceso.
En la playa había algunas cabañas y barcos hechos de troncos de árboles ahuecados, con cañas de bambú colocadas a los lados.