Publicado: 10.10.2018
Por la mañana, nos dirigimos al puerto de Cairns para tomar un barco hacia Green Island, una isla en la Gran Barrera de Coral,
Allí primero subimos al 'Semi Submarino', un barco que tenía ventanas de vidrio en la parte inferior. De esta manera, pudimos observar los corales y peces del mundo submarino con los pies secos. Los momentos destacados fueron los cardúmenes de peces y una tortuga marina.
Luego tuvimos un tiempo para explorar la isla. Había hermosas playas, pero lamentablemente no se podía nadar debido a las medusas...
En la isla también había un sendero de madera a través de la selva tropical, donde se podía caminar a la sombra de las plantas y además leer sobre la historia de la isla.
A lo largo de este sendero también se encontraba el Museo Marineland Melanesia, donde se podían ver tortugas marinas y diferentes especies de cocodrilos. La mayoría eran cocodrilos de agua salada, que pueden ser peligrosos para los humanos, por lo que a menudo está prohibido nadar.
Algunos cocodrilos también han acabado en cautiverio porque eran demasiado peligrosos para los humanos. Un ejemplar especialmente grande solía volcar pequeños barcos para conseguir su almuerzo... Ahora vive en un recinto, donde ha alcanzado la impresionante edad de 110 años, algo que quizás no hubiera logrado en libertad...
Después del almuerzo, navegamos en un barco con fondo de cristal, en el que se podían ver los corales en el fondo del mar. Una manta raya pasaba justo por debajo de nuestro barco.
Para que pudiéramos ver más peces, también se les dio de comer al lado del barco, lo que no solo atrajo a los peces a la superficie, sino que también hizo que algunas gaviotas se acercaran.
Después de un café helado y un paseo final por la playa, regresamos a Cairns en barco.