Publicado: 22.09.2018
¡Hola desde el otro lado del océano atlántico!
... así que, ahora he vuelto a configurar el idioma alemán. :-)
El viernes fuimos al aeropuerto de Dresde en el taxi de mis padres. Puntualmente a las 9:40 comenzó el vuelo a Múnich para despegar a Nueva York igualmente puntualmente a las 12:20.
El vuelo fue muy agradable. Lufthansa realmente me impresionó y se merece un gran elogio. En alrededor de 9 horas no faltó de nada y uno se sentía como pasajero siempre seguro y bien atendido.
Al llegar a Nueva York, en el aeropuerto JFK, todavía nos esperaba la ceremonia de entrada. Sin embargo, gracias al personal muy atento y amable, esta vez fue sorprendentemente rápida y sin complicaciones.
Lo siguiente fue que el Air-Train nos llevara desde el aeropuerto a la estación de metro. Después de estudiar el procedimiento y el horario durante 10 minutos, decidimos arriesgarnos a subir al tren. En realidad, no se puede hacer nada mal, ya que siempre da la vuelta alrededor del aeropuerto. 🤨
Así llegamos a la estación de metro totalmente ilesos.
Sin embargo, la compra del billete fue un poco más complicada. Hay máquinas expendedoras de billetes, donde no es posible comprar un billete semanal. Con el billete semanal se ahorra muchísimo dinero como viajero frecuente.
Este billete solo se puede obtener en una pequeña ventanilla con una persona real y solo a cambio de dinero en efectivo. El cartel informativo para ello mide 5x5 cm y está colocado en la ventanilla. Bueno, lo conseguimos y estábamos muy felices por ello.
Después de que logré salir con 2 maletas del torniquete de 45 cm de ancho y el amable señor de la taquilla me hizo el favor de abrir la puerta lateral para que pasáramos, finalmente pudimos subir al metro.
Al llegar a Brooklyn, aún tuvimos que caminar un poco hasta nuestro alojamiento en Jefferson Ave 447. En este punto, un elogio a nuestra guía de viaje Anja por la buena planificación del recorrido.
Jessica, quien amablemente nos ofrece una habitación de su apartamento para nuestros 5 días de estancia (eso se llama AirBnB 🤔), ya nos estaba esperando. Nuestra anfitriona es una suiza-italiana de nacimiento con raíces holandesas por parte materna y creció en Suiza francesa y alemana. En resumen, una europea que vive en Nueva York con su novio Lee, que es de San Francisco. 😁
Para la cena, había un 'pequeño' sándwich y una cerveza del establecimiento de al lado, así como información y consejos importantes de Jessica. ¡Buenas noches!