Publicado: 18.06.2023
Aunque la noche anterior tuvimos olas ligeras mientras nadábamos, el mar se ha dormido durante la noche y no ha despertado por la mañana. Se anunciaba un estanque tranquilo cuando nos dirigimos hacia Leucate.
La travesía fue poco espectacular. El sol se mostró en su mejor versión. Teníamos el viento a nuestra espalda. El viento no soplaba más fuerte de lo que teníamos en velocidad, así que no había viento bajo nuestra cubierta, hacía calor y era somnoliento. Mi primer oficial me relevó durante una hora en el timón. La distancia de 90 km la cubrimos en aproximadamente 6 horas y así llegamos temprano a nuestro nuevo puerto.
Nuestra primera impresión: un puerto bonito, 100% turismo, el núcleo del lugar se encuentra a unas 2-3 km de nuestro punto de amarre. Pudimos conservar el lugar, eso era al menos algo tranquilizador. Si no logramos avanzar aquí durante unos días, tendremos que poner en marcha las colas de las gaviotas; con el amplio muelle de costado no debería ser un problema bajar las piezas a bordo.
Pero primero estudiamos las previsiones meteorológicas; tal vez se presente una ventana, aunque sea pequeña, la aprovecharemos para dirigirnos al próximo puerto.