Avería y regreso a Windhoek

Publicado: 21.04.2018

Desde Lüderitz, mi penúltima etapa debía llevarme a Mariental, para acortar un poco el camino hacia Windhoek en la última etapa. Son unos 550 km y desde Mariental a Windhoek son otros aproximadamente 230 km.

Después de unos 500 km, a unos 50 km de Mariental, mi auto de repente comenzó a temblar, se estaba volviendo más lento y antes de que pudiera encontrar un lugar para detenerme y salir de la carretera, ya me había quedado parado en ella... Miré el indicador de combustible, que ya había estado vigilando durante todo el trayecto, ¡y aún estaba medio lleno! Pero no podía avanzar más. Así que encendí las luces intermitentes, me bajé y detuve un camión. Pero él tampoco sabía qué hacer y tuvo que continuar su camino. Poco después pasó un autobús. Los hombres de ahí al menos me ayudaron a mover el auto de la carretera y echaron un vistazo al motor. Nadie tenía idea de cuál podría ser el problema... Así que llamé a la compañía de alquiler de coches. Organizaron una grúa desde Mariental, que llegó a recogerme unos 45 minutos más tarde.

El final de la historia fue que el tanque ESTABA vacío, ¡aunque la aguja del combustible mostraba que aún estaba medio lleno! ¡Ya iba siendo el segundo esta semana al que le pasaba esto!, comentó el mecánico de la empresa de alquiler por teléfono. Le añadimos un poco de diésel y, voilà, el coche funcionó de nuevo. ¡Súper, que el indicador marque medio lleno, pero en realidad esté vacío! ¡Incluso iba a repostar en Mariental porque pensaba que con medio tanque no llegaría a Windhoek! Y entonces se detuvo a 50 km de allí...

¡Al menos en Mariental tenía el camping más barato y también el mejor equipado de todo el viaje! Tenía mi propio baño grande con su propia llave, mi propia cocina al aire libre y hasta 4 tomas de corriente para mis dispositivos eléctricos. Normalmente hay una o a lo sumo dos, en Spitzkoppe a veces ni siquiera hay toma de corriente. Lo que siempre apenas alcanza para enchufar el refrigerador. ¡Pero aquí! ¡Lujo! =D

Los últimos 230 km hasta Windhoek transcurrieron sin problemas, Frauke pudo recogerme, pasé una noche más con ella y luego a las 5 de la mañana ya estaba de nuevo en marcha, preparándome para ir al aeropuerto para el vuelo a Ciudad del Cabo.

¡Adiós Namibia! ¡Fue, a pesar de todo, un placer estar contigo otra vez! =D

¡Veremos cómo será ahora Sudáfrica y Ciudad del Cabo! =)

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