Publicado: 20.05.2017
Nuestra ruta continúa hacia el oeste. Lejos de la costa y de vuelta al desierto.
De hecho, el plan era fotografiar y observar flamencos en la costa de Walvisbaay. Pero la niebla esta mañana era tan densa que apenas podíamos ver a 5 metros. Al observar detenidamente, podíamos distinguir siluetas de flamencos, pero era impensable fotografiarlos. Apenas dejamos atrás la costa y nos adentramos en el desierto, tuvimos el mejor clima. Cielo azul y ninguna nube a la vista.
En nuestro camino atravesamos una pequeña cordillera, que nos regaló una hermosa vista del paisaje.
A la hora del almuerzo, llegamos a nuestro primer destino, Solitaire. Solitaire es un diminuto pueblo que parece constar de una posada, una gasolinera y una panadería.
Pero es precisamente por esta panadería que el pueblo es conocido y vale la pena visitarlo. Se jactan de hacer la mejor tarta de manzana en Namibia.
¡No me iba a perder eso! Tenía que probar una de esas tartas de manzana. Y estaba... sí, muy rica =)
Después del pequeño refrigerio, en Solitaire también había algo especial que fotografiar. Un pequeño cementerio de autos.
La segunda parte de nuestra etapa de hoy nos llevó a Sesriem, donde instalamos nuestro campamento para la noche.