Publicado: 02.10.2017
Después de las últimas 4 semanas en Vietnam, esta mañana llegué a Indonesia, más concretamente a Bali. Aquí me encuentro con Cornelia, que será parte de mi viaje en la próxima semana. Gracias a ella, puedo experimentar otro momento muy especial en mi viaje. Una amiga suya se casa en Yakarta y ella está invitada. Como no quería ir sola, me preguntó en enero si ya sabía dónde estaría a finales de septiembre y si quería acompañarla. En ese momento, solo sabía que estaría en algún lugar del sudeste asiático, pero lo incluí en mis planes para estar en Indonesia a finales de septiembre. Ya que, ¿quién tiene la oportunidad de asistir a una boda indonesia de nuevo? Como sería un poco tonto para Cornelia volar a Indonesia solo por la boda, decidimos tomar una semana de vacaciones en la playa en Bali antes de la boda. Así que me tomé un descanso de la vida viajera y Cornelia pudo disfrutar de sus días de vacaciones anuales.
Desembarcamos poco después el uno del otro en Bali y fue un gran saludo en el aeropuerto. Luego tomamos un taxi a nuestro hotel. Después de haber estado más o menos siempre en hostales los últimos meses, fue un agradable cambio vivir en un hotel de 5 estrellas. ¡Qué lujo! Comparado con mis últimas noches de alojamiento.
Después de una cerveza de bienvenida, nos dirigimos inmediatamente a la playa.
Como nos dimos cuenta, teníamos la playa perfecta para surfear.
Las escuelas de surf se alineaban a lo largo de la playa, intentando atraer a los turistas, y las olas eran impresionantes.
Algunas de 3 a 4 metros de altura. Nadar con ese oleaje no era precisamente lo ideal; no es que no lo intentáramos, pero después de 5 minutos y unas gafas de sol perdidas, tuvimos que admitir que no era tan divertido.
Exploramos un poco nuestro entorno antes de retirarnos a la piscina y trabajar en nuestro bronceado.
Una hora antes de la puesta del sol, conseguimos nuestro aperitivo; habíamos recibido un balde de cervezas por la noche como parte de nuestra reserva, y nos preparamos para explorar la vida nocturna de Bali.
Pero antes de lanzarnos a la vida nocturna, disfrutamos de una maravillosa puesta de sol en la playa. Cornelia llamó la atención con su altura y su cabello rubio y tuvo que ser algo así como modelo fotográfico.