Publicado: 14.12.2017
Han pasado ya más de once meses y estamos realmente en Chile. Una vez más, uno de esos cruces de frontera, tras el cual todo cambia un poco. Aquí no solo es muuuucho más caro, sino también mucho más limpio y occidental que en Bolivia. Desde San Pedro de Atacama (en realidad solo un pueblo desértico que atrae a multitudes de turistas) visitamos el valle de la muerte y el valle de la luna, ambos lugares en el que supuestamente es el desierto más seco de la Tierra, con paisajes impresionantes. Lo más bonito e interesante en el desierto de Atacama fue, en realidad, una introducción a la astronomía que hicimos, ya que el cielo aquí suele estar muy despejado y se pueden observar las estrellas de maravilla. Con varios telescopios pudimos conocer y observar diferentes constelaciones y planetas. ¡Muy impresionante!
Desde aquí seguimos hacia Valparaíso, que está muy cerca de Santiago. En esta hermosa ciudad pasamos los últimos días de nuestro viaje, paseando por las calles llenas de arte y pequeñas tiendas, cafés y bares, y disfrutamos del tiempo en la playa, a veces con perro y a veces sin perro, y recargamos nuestras baterías de sol. 😄 Por casualidad nos encontramos con Mut y Martin de Wiesbaden, con quienes disfrutamos de Pisco y Terremoto. 🍸
Han sido unos meses intensos llenos de experiencias y encuentros, y sobre todo los 3 meses de voluntariado fueron extremadamente enriquecedores... Voy a extrañar Sudamérica, y probablemente es bueno que no hayamos llegado hasta Patagonia, porque así simplemente tenemos que volver. 😃 Mañana volamos desde Santiago, ¡hasta muy pronto, queridos! ❤️
Bueno, han pasado onces meses y nuestra aventurita llega a su fin. Nuestra última parada desde el salar de Uyuni es Chile. Empezamos en San Pedro de Atacama, el lugar donde menos llueve del mundo, según nos dijeron. 😊 Allí pasamos tres noches visitando el valle de la luna y el valle de la muerte, donde se pueden ver paisajes impresionantes del desierto. Pero una cosa que hicimos y nos gustó muchísimo fue un tour astronómico que hicimos una de las noches. Pudimos ver diferentes constelaciones, nebulosas, estrellas y otras formaciones a través de telescopios bastante grandes. Fue algo muy bonito.
De allí fuimos a pasar nuestros últimos días del viaje a Valparaíso, muy cerca de Santiago, a disfrutar de una ciudad muy especial llena de arte y por supuesto del mar y del sol!
Han sido unos meses llenos de experiencias muy buenas y que te hacen crecer personalmente y donde sobre todo los voluntariados que hemos hecho han servido para darle vidilla a esta pequeña historia. Pero no me voy a extender mucho en conclusiones, ya que nos vamos a ver muy pronto y os las podré contar en persona, ¡hasta muy pronto!