Publicado: 08.12.2016
Huanchacco
De regreso en Trujillo, nos dirigimos nuevamente a Huanchacco, un lugar que ya conocemos. Allí, a nuestra llegada, somos recibidos cálidamente por Tato, Juan y Gaffi, el perro de la casa. Nos acomodamos en las camas y las vacaciones del descanso pueden comenzar. La rutina diaria incluye levantarse, desayunar en el albergue MyFriends al otro lado de la calle, no hacer nada o caminar y relajarse en la playa, menú del día para el almuerzo; siesta digestiva, comer deliciosos pasteles en la panadería habitual y en la noche disfrutar de un plato gourmet con Alex, el medio chileno, medio italiano, para luego acabar la velada con películas o salidas a festejar. En los últimos tres días en Huanchacco, aprovecho para darle una segunda oportunidad al surf y, ¡miren!, ya el segundo día lo logro bien, remando con grandes olas de manera independiente y después de unos segundos en la tabla.