Publicado: 29.06.2020
Domingo, 28 de junio de 2020
La mañana en casa de Klaudia y Hartmut es muy relajada, desayunamos tranquilamente y tenemos mucho de qué hablar. He podido disfrutar de una ducha caliente nuevamente. Ellos han lavado mi ropa. ¡Eso es un gran destaque para una viajera como yo! Son las cosas más simples, que la mayoría de las personas dan por sentadas, que sé apreciar gracias a esto. También Hartmut arregla mi bicicleta para el viaje, la cadena está engrasada y el caballete está fijo de nuevo. Ahora se mueve como si estuviera engrasada😄
Ahora es el momento de despedirse😔 Klaudia y yo damos un paseo con los tres pequeños perros, y luego ella se va.
Y ahora Hartmut me sorprende, porque quiere acompañarme a Dinamarca a través de la frontera. En estos tiempos tenemos condiciones de viaje más estrictas. No es fácil para mí llegar a Dinamarca. Así me siento segura.
Al llegar al puerto de Flensburg, de nuevo hay un chaparrón. Hacemos una parada y primero comemos un bocadillo de pescado. No he probado uno tan delicioso.
Vamos por calles secundarias y un parque, ya no tengo orientación. El empedrado irregular no le gusta nada a mi carretilla de equipaje🤔 Se le cae una rueda... ya hay que sacar las herramientas y reparar. Por supuesto, es mucho más fácil hacerlo en pareja.
Finalmente, al llegar a la frontera, ya hay una larga fila de autos en dirección a Dinamarca. El camino para bicicletas/peatones está libre. Hartmut pregunta al agente fronterizo que está controlando a los automovilistas si podemos pasar. Él nos saluda amablemente y nos desea un buen viaje. Mi corazón late de alegría😄 estamos en Dinamarca🇩🇰
Ahora también debemos despedirnos😔 Hartmut me da algunas coronas... no sé qué decir... estoy abrumada. Estoy tan agradecida por este encuentro con ellos.
Y ahora estoy sola en Dinamarca en una carretera secundaria. Es domingo, intento llamar a casa. No sé si funcionará con mi tarjeta telefónica. Busco una manera de conectarme a Internet. Encuentro un supermercado abierto. Qué alivio, al menos puedo conseguir algo de beber. Finalmente descubro cómo funciona el teléfono y ya estoy un poco más relajada. La siguiente pregunta: ¿A dónde voy ahora? Me tomo un momento para aclarar las ideas y pongo como destino Apenrade. Está en el mar Báltico, ahí quiero intentar encontrar un lugar para pasar la noche.
¡El viento aquí es bastante fresco! Al llegar a Apenrade, no encuentro nada que me acomode. En el puerto preparo una taza de café con mi cocina de camping, en ese viento es un desafío😄 Y de nuevo se acercan nubes de lluvia oscuras. Así que, fuera de aquí. Después de media hora, encuentro un lago de extracción de arena. Aquí es muy tranquilo, no se ve civilización. En la orilla opuesta hay excavadoras y cintas transportadoras de grava, pero eso no me molesta. Monté mi tienda entre los arbustos cerca del agua. Estoy satisfecha. La primera noche en Dinamarca bajo el cielo abierto. ¡Qué emocionante!😋