Publicado: 16.05.2017
Taipei es la metrópoli de Taiwán y aquí convergen todos los hilos. La ciudad es interesante, pero también en sus alrededores hay mucho por descubrir. Así que nos pusimos en marcha. Con el metro se llega rápidamente a la estación inferior de un teleférico que serpentea casi 5 km por las laderas de la montaña. Al llegar a la cima, teóricamente se ofrece una vista espectacular de la ciudad (nosotros tuvimos nubes, lluvia y tormentas). En las laderas hay muchas plantaciones de té, la verdadera razón de nuestra excursión. Lamentablemente, tuvimos que hacerlo un poco más corto debido a que llovía a cántaros. Sin embargo, todavía hubo tiempo para un helado de té verde y una pequeña caminata. Posteriormente, tuvimos que regresar al valle en una pequeña furgoneta, ya que debido a la tormenta el teleférico no estaba en funcionamiento. Podría haber salido mejor.
Por supuesto, no se puede estar en Taipei sin visitar el Taipei 101. Sigue siendo el octavo edificio más alto del mundo (508 m), aún tiene el ascensor más rápido del mundo (más de 60 km/h), un estilo arquitectónico peculiar, y todo ello construido en una zona sísmica. Pero, por supuesto, el taiwanés también lo tuvo en cuenta. A 380 m de altura, cuelga en el edificio una esfera de 42 toneladas sostenida por ocho enormes cables de acero, que actúa como un péndulo y amortigua las vibraciones y movimientos. Esto hace que los corazones de ingenieros y matemáticos latan más fuerte.
En nuestras caminatas por la ciudad, se cruzan enormes calles comerciales, tranquilos templos de Confucio y bulliciosos mercados nocturnos donde se puede incluso comer serpiente. Gastar dinero es bastante fácil en Taipei.
El día de nuestro vuelo teníamos un poco de tiempo y decidimos ir al zoológico. Vimos exactamente dos especies de animales: koalas y pandas. ¡Criaturas adorables! Podríamos haber estado mirándolos durante horas. No hacen mucho. Comen y duermen. Ambas criaturas están lamentablemente en peligro de extinción, y el panda especialmente. Su ya pequeño hábitat sigue siendo destruido... Maldito ser humano...