Publicado: 17.12.2017
Después de 12 horas de vuelo y varias horas de espera en aeropuertos, finalmente ha llegado el momento. Bangkok está al alcance.
Tras la llegada, el primer horror higiénico. Otros países, otras costumbres... otros hombres, otros modos de hacer pis... :D
Tomamos el tren hacia el centro de la ciudad para llegar al hotel. Sin Internet, el oeste está perdido. Así que un amable tailandés nos acompañó hasta el hotel. La gente, a primera vista, es muy amable. Ya en el tren tuve mi primera conversación con un tailandés.
Nuestras primeras habitaciones en el Princpalace son excelentes. ¡Lamentablemente, no hay piscina infinita, Denny!
Pero, ¿qué se puede hacer largo en el hotel? A la kohasanroad, prácticamente la calle principal aquí. Allí disfruté de mi primer pad thai para cenar. De postre, una pequeña alacrán de acompañamiento. Uno no se priva de nada. Dudé un poco.
Espero que esta estancia en Bangkok no termine como en Resacón en Las Vegas 2....
Las fotos seguramente perderán calidad con el tiempo... Primer desafortunado incidente... quién sabe cómo sucedió, las fotos lo dicen todo...