Ines & Chris
Ines & Chris
vakantio.de/kapetown

Día 17 - San Pedro de Atacama

Publicado: 23.04.2024

Para acostumbrarnos a la altitud, lo primero fue dormir bien y desayunar adecuadamente. El primer destino para hoy fue el „Valle de la Luna“, un valle que recuerda a la luna formado por diversas formaciones rocosas, accesible en auto y con varios miradores a los que se puede llegar a pie. De hecho, nos pareció un poco como si estuviéramos en la luna y el sol brillaba intensamente desde el cielo despejado. Las rocas están compuestas en su mayoría por enormes cristales de sal, que brillaban de manera impresionante por la luz del sol. La paisaje era completamente loco.

Como todavía era demasiado temprano para nuestro siguiente lugar, hicimos una parada intermedia y quisimos ir al „Magic Bus“. En el camino, el estado de las carreteras empeoró considerablemente y sentimos pena por nuestro Suzuki Swift. Dado que la carretera estaba cerrada a unos 3 km de nuestro destino, tuvimos que continuar a pie esos últimos kilómetros. Al llegar, había un autobús muy viejo y oxidado, que probablemente se detuvo en algún momento, nunca fue recogido y desde entonces ha sido dejado como una pequeña atracción para los turistas. Bueno, al menos recorrimos unos metros, eso nunca hace daño. De vuelta al auto, tuvimos que regresar por la pista de tierra a la carretera principal. Nuestra siguiente parada deberían haber sido las „Lagunas Ocultas de Baltinache“, sin embargo, tuvimos que cancelar el viaje debido a las condiciones de la carretera. Casi 70 km por carretera de tierra y llenos de baches no serían bien recibidos al devolver el coche de alquiler. Como alternativa, hicimos una parada en dos miradores y visitamos la piscina del hotel. Hacía mucho frío, pero debido a las altas temperaturas, era un buen alivio.

Después de cenar en la ciudad, habíamos reservado un „Tour de Observación de Estrellas“. Como en San Pedro de Atacama casi no hay contaminación lumínica, se tiene una gran vista de las estrellas en el claro cielo nocturno. A las 21:00, nos recogieron en el hotel y nos llevaron a unos 10 km fuera de la ciudad, a una propiedad para no ser molestados por las luces del lugar.

Té y mantas ayudaron contra el frío, mientras el guía compartía mucha información sobre el universo y las constelaciones, alternando entre español e inglés. A través de dos telescopios, vimos la luna y las estrellas, antes de que en la fogata nos sirvieran Pisco Sour, vino tinto y bocadillos.

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