Publicado: 10.02.2024
23.08.2014
Partimos por la mañana sin desayunar, ya que no teníamos más pan. Así que nos detuvimos en el primer Intermarché, compramos algo y desayunamos en el estacionamiento. Y de hecho, comimos tanto que no tuvimos que comer nada al mediodía.
Viajamos hasta el delta del Ródano. Se parece un poco a una isla, porque hay ríos por todas partes. Allí sacamos nuestras bicicletas y recorrimos un camino. Era un poco como estar en la época de los dinosaurios, solo que en lugar de dinosaurios había búfalos. En algún momento, mamá y Flo ya no quisieron seguir y regresaron. Michi, papá y yo nos detuvimos junto a un pequeño arroyo, caminamos sobre el suelo seco y vimos un pato (no) muerto, además de echarnos un poco en la hierba.
Más tarde, continuamos hasta Carro, un pequeño pueblo junto al mar. Allí nadamos y estuvimos flotando. Había una bahía y en realidad solo había playa de rocas, pero también había una pequeña franja con una hermosa playa. A pesar de que lo hicimos con Hannes y la fábrica de botones, a papá y Flo pronto les pareció demasiado frío y primero volvimos a la autocaravana y luego fuimos a un bonito local en el puerto.