Publicado: 23.03.2017
Antes del desayuno, tuvimos que aclarar con nuestra arrendadora qué iba a haber para comer. Ella nos entendió bien y supo de inmediato lo que podríamos comer y lo que no. Así que tuvimos omelet con verduras y frutas, acompañado de té negro. Como Padi se quejaba de su pelo demasiado largo, pude raparle el cabello ✂️👦😉 Después, nos refrescamos en la piscina.
Para el almuerzo, fuimos a nuestro restaurante habitual, que una vez más estuvo muy rico.
El objetivo del día era ver los campos de arroz. Patrick descubrió que se pueden encontrar en las afueras de la ciudad. Es que éramos demasiado tacaños para reservar una excursión a las terrazas de arroz (que además supuestamente están totalmente abarrotadas). El camino allí fue una aventura a través de un pedazo de selva 🌴🌳🌴 y también fue una gran experiencia. Lamentablemente, no tenemos fotos (nos concentramos en el camino), solo hay un video. Una vez llegamos a los campos de arroz, pudimos maravillarnos de lo laborioso que es cultivar arroz. Allí estuvimos caminando durante una hora, antes de regresar a la ciudad a través de la selva. Allí nos dimos un capricho con un caipirinha.
Para la cena, volvimos a 'nuestro restaurante', donde estuvimos sentados un buen rato. Conocimos a dos chicas agradables con las que intercambiamos experiencias de viaje. Para finalizar, fuimos una vez más a la piscina 🌙💦