Publicado: 23.08.2019
El último día había llegado.
Una última vez desayunamos con nuestras familias anfitrionas antes de que nos llevaran a nuestro autobús. Con más o menos pesar, todos se despidieron de sus familias anfitrionas y guardaron su equipaje en el autobús.
Después de una pequeña caminata por Hastings, llegamos a 'Smugglers Adventure', una excursión por cuevas que, aunque admitimos que era bastante fría, nos acercó a la dura vida del contrabando de aquella época.
Como esta caminata por las cuevas nos había dejado bastante hambrientos, fuimos al centro de la ciudad y nos concedimos un delicioso almuerzo en un restaurante italiano.
En pequeños grupos, gastamos nuestro último dinero y luego nos reunimos nuevamente para visitar el acuario local. Allí pudimos admirar peces de colores, tiburones y otros habitantes del mundo submarino.
Una última vez salimos a explorar la ciudad y despedirnos de ella. Toni, nuestro conductor de autobús de primera categoría, nos recogió y comenzó el viaje de regreso a casa. A través del ferry por Francia y Bélgica, el viaje nocturno de regreso a casa.
de Tim Lehmann