Publicado: 28.11.2021
12.11. Cusco
Sin previo aviso, paramos en la terminal de autobuses. Sacudidos del semisueño, buscamos nuestras cosas y sacamos nuestras mochilas del maletero. Dejamos caer los dos Soles para el portador de equipaje, estamos demasiado cansados y sin fuerzas. El viaje en taxi al hotel nos cuesta 20 Soles aunque debería costar 10. Sin embargo, los taxistas aprovechan la demanda y se comunican con tarifas prefabricadas. Bueno, por suerte podemos registrarnos en el hotel cercano al centro y tomarnos unas horas de sueño…
Un poco más descansados, exploramos curiosamente el centro de la ciudad. Cusco es realmente hermosa, aunque ambivalente: las bonitas callecitas y casas con balcones de madera de la época colonial española fueron construidas con piedras de las edificaciones y murallas incas. Algunas de las muchas y poderosas iglesias y catedrales están sobre un santuario de los incas… Historia palpable.
A pesar de todo, ¡Cusco tiene un encanto increíble! En nuestro paseo descubrimos la sucursal del restaurante Thai-fusión de Arequipa y decidimos entrar.
Nos queda cada vez más claro por qué Cusco es la capital turística por excelencia: innumerables tiendas de ropa de alpaca, peruanas con trajes tradicionales y llamas y alpacas a cuestas invitan a fotos de recuerdo, museos, hoteles con patios pintorescos que invitan a quedarse y la mejor comida peruana en alto nivel.
Por la noche, un hombre viene a nuestro hotel para realizar una prueba de antígenos: mañana nos vamos a la selva! También conocemos a nuestro guía para los próximos 6 días, Michel, y a Fidel, el dueño de los tours del Parque Nacional Manu. Recibimos 2 Dufflebags para nuestra ropa e información importante sobre el desarrollo del viaje.
En la cena, el ambiente es un poco tenso a pesar de la anticipación por los próximos días: la fatiga conduce a malentendidos tontos y un ambiente agrio - pero al final logramos salir de eso. ;)