Publicado: 28.04.2023
Como segundo desayuno, disfruto de Tojori (bebida caliente a base de maíz) y Pastel de Queso (empanada frita de queso) en el puesto del mercado en la Plaza San Francisco.
En la Plaza Camacho, tomo un autobús hacia el Valle de las Ánimas. Viajamos casi una hora (por solo 30 centavos). La mujer del autobús da una introducción sobre cómo expresar el deseo de parada y desinfecta las manos de todos. Una especie de azafata, pero en un autobús urbano.
El Valle de las Ánimas es como de otro mundo. Picos de roca se elevan decenas de metros a la izquierda y derecha del valle. De vez en cuando, algunos campesinos observan a los pocos turistas mientras cuidan de sus campos (mucho quinoa).
En la parte inferior del valle se puede ver el producto de la mala gestión de residuos; muchos escombros de construcción y otra basura bordean el camino.
Por la noche, voy a ver el Cholitas Wrestling en El Alto. Al estilo de la WWE, las Cholitas se golpean artísticamente entre sí y contra hombres, vestidas con trajes tradicionales. Todo esto surgió de un curso de defensa personal para mujeres, en el contexto de la violencia doméstica. Allí me encuentro nuevamente con Liam, que parece aparecer siempre donde hay algo interesante.