Publicado: 01.04.2017
Estamos en Te Anau. Te Anau está situada al suroeste de la Isla Sur y limita con el Parque Nacional Fiordland. Aquí hicimos una excursión al Milford Sound, un Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, con Reese, nuestro conductor de autobús, un grupo de jóvenes alemanes y predominantemente con australianos e ingleses. El viaje hacia allí atravesó el parque nacional Fiordland, un hermoso paisaje natural que, como suele pasar en Nueva Zelanda, parece sin construcción y de una inmensidad interminable. Solo la carretera busca su camino a través del valle. Durante nuestro trayecto hicimos paradas en los 'Mirror Lakes', donde se reflejaban maravillosamente las montañas, en 'The Chasm', un lecho de río que impresionaba por sus profundas hendiduras y rocas finamente talladas, así como en el 'Homer Tunnel', la única vía de un solo sentido de acceso al valle de los Milford Sounds. Sin embargo, antes del túnel, hicimos otra parada para admirar a los Keas. Estos animales extremadamente curiosos e inteligentes saben perfectamente lo que quieren: comida. Quienes viajan en sus propios vehículos deben mantener las puertas y ventanas cerradas, ya que los Keas saben exactamente qué trucos emplear para hacer que las personas les obedezcan y acceder a vehículos o a algo comestible. Si el auto está cerrado para las aves, probarán la comestibilidad de todas las cosas que puedan alcanzar, como gomas o limpiaparabrisas. Después de la divertida pausa, nos dirigimos al otro lado del túnel y finalmente nos sumergimos en el paisaje fiordal. El lugar Milford Sound está rodeado de montañas. Con un tour en barco, navegamos por los fiordos y apreciamos el panorama. La vista más famosa aquí es probablemente el Mitre Peak. En el tour en barco vimos cascadas que caían en el fiordo, acantilados de piedra con áreas verdes verticales y acantilados de piedra a los que nos acercamos (los acantilados son muy empinados y se sumergen de inmediato en el agua marina) y navegamos por debajo de cascadas y recibimos una ducha de cascada. Nota: Lamentablemente, no vimos muchas cascadas ni muy fuertes, ya que no había llovido durante dos días. A cambio, tuvimos una vista muy clara del fiordo. En el camino de regreso, nos encontramos con focas relajándose y delfines enanos nadando a nuestro lado. Al final, visitamos un observatorio submarino, donde pudimos admirar en un entorno natural la diversidad de peces, plantas y otros habitantes marinos.
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#prepáratepara tener cuidado cuando veas a un kea
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