Publicado: 17.09.2021
Sin embargo, la falta de espacio se convierte rápidamente en una desventaja decisiva de nuestra autocaravana durante el transcurso del viaje.
Solo hacer la compra para dos días me hace sudar bastante. Todo debe ser guardado y acomodado. Las delicias refrigeradas van debajo del aislante del edredón, mejor de tal manera que los empaques no se rompan y el yogur o, peor aún, el agua de descongelación de los camarones termine en la ropa de dormir. Las frutas, verduras y pan se almacenan en la caja de cocina y todo lo demás tiene su lugar en mi compartimento de ropa, porque ahí vive la corriente. Las bebidas compradas que no se consumen inmediatamente se colocan debajo del 'capó' delantero, que en realidad no lo es. De alguna manera, siempre entra todo, me sorprende cada vez que funciona.
Sin embargo, sucede que los domingos también hay mercadillos en Francia. Y en septiembre parece que en muchos pueblos es habitual el Vide Grenier. Una vez al año, todos los habitantes sacan sus tesoros de los graneros, sótanos, desvanes o de donde sea que los tengan y venden sus cosas.
¡Qué cantidad de cosas fascinantes hay! Por supuesto, un montón de moda femenina y juguetes de plástico, pero también utensilios de cocina, herramientas o lámparas de todo tipo. ¡Hay cosas útiles e inútiles por 10, 20 o 30 céntimos! Lamentablemente, no tenemos espacio, lamentablemente no.
De lo contrario, ya solo después de dos domingos tendríamos las cosas más salvajes a bordo: un rociador de jardín histórico francés de 20 litros de latón, un gato hidráulico móvil de 2.5t, del cual cada gasolinera estaría orgullosa, un hermoso y finalmente lo suficientemente grande tazón para mezclar para mi madre, una pequeña guadaña druídica, garantizada de 200 años, una azada con hacha, una lámpara de pie realmente extravagante...
Los años de juego de Tetris ahora benefician al maestro de logística de almacenamiento, por lo que ahora se encuentra como equipaje adicional en el Twingo: una tela ligera, una hermosa almohada en colores cálidos como el sol, una bolsa hippie, un cepillo para quitar el polvo del coche, un rallador de nuez moscada, una falda, un suéter de lana cálido, una jarra de estaño, linternas románticas...
...una hacha de lado original (un hacha con una hoja de 20 cm de ancho para tallar troncos), un destripador de tuercas, un quemador de alcohol de 2KW, cámaras antiguas, un quemador de alcohol de latón...
...dos lámparas de petróleo de 40 cm de alto, que ya iluminaban un establo antes de la Primera Guerra Mundial. ¡Y aún nos quedan más domingos por delante!
La decisión está tomada: ¡el próximo viaje a Francia se realizará únicamente con caravana o remolque!