Publicado: 26.10.2020
Hoy terminamos el viaje en la llanura del Po, cerca de Parma. Se puede oler a cada esquina a los proveedores del famoso jamón. La Emilia-Romagna es una de las regiones más ricas de Italia, aquí están asentadas empresas como Ferrari, Lamborghini, Maserati, Ducati o Barilla, por nombrar solo las más populares, el ya mencionado jamón de Parma proviene de esta región, al igual que el vinagre balsámico de Módena o el auténtico parmesano.
La llanura del Po pronto se revela como una tierra agrícola plana y tranquila con innumerables campos enormes, ya cosechados, y me recuerda mucho a mi hogar, el Oderbruch.
También la cantidad de mosquitos es similarmente alta, así que nos atacan sin piedad en masa al primer paso hacia el agua del Po en un fantástico lugar para la noche. No hay escape de los chupasangres, así que rápidamente buscamos una alternativa. En ello cruzamos varias veces un puente que cruje y retumba, compuesto de tablones de madera sostenidos por pontones, lo que realmente representa una pequeña aventura para el conductor alemán.
Y otra vez al otro lado, porque es tan divertido y además hay que filmarlo! Un guardia tiene su casita en el puente. Se asegura de que no se rompa ningún tablón y nos saluda en el tercer cruce. Cada uno de ellos provoca un ruido tan infernal que nos preguntamos con qué enfermedades profesionales además de la pérdida auditiva tiene que lidiar el hombre. Esa tarde tiene a su nieto a bordo y, al parecer, se divierten mucho juntos.
Nuestro lugar para la noche está muy cerca y el traqueteo nos acompaña hasta tarde en la noche. Así como un millón de mosquitos sedientos de sangre...