Publicado: 05.03.2023
Nuestra viaje nos lleva a la Aldea Artística Nakadaki en Isumi. A diferencia de Tokio, aquí hay una naturaleza vibrante. Podemos quedarnos en una cabaña propia y nos sentimos protegidos entre los árboles primordiales. En los alrededores encontramos un santuario sintoísta y un pequeño bosque de bambú. Nuestra tarea aquí es limpiar y mantener las otras cabañas donde se alojan los visitantes. Los otros empleados vienen de todo el mundo: Malasia, Francia, Japón e incluso de la ciudad mundial de Nürtingen, donde se puede estudiar terapia artística en una universidad de renombre. El mundo es tan grande y, sin embargo, tan pequeño.