Publicado: 20.08.2019
Después de descubrir que la mayoría de las rutas de senderismo comienzan en Kalaw y que desde allí se camina hacia el lago Inle, me dirigí a Kalaw. Viajé en una minivan llena exclusivamente de lugareños hacia el pequeño pueblo. El trayecto duró aproximadamente 40 minutos y llovía a cántaros. Al llegar a mi hotel, alquilé una moto para explorar los alrededores, pero estaba lloviendo tan fuerte y no hacía tanto calor, así que regresé al hotel y pasé el resto del día en mi habitación. Supongo que era el único huésped, porque incluso en la cena estaba allí solo. Debido al clima cambiante, decidí no hacer una excursión de varios días y fui a dar un pequeño paseo a un mirador acompañado de dos empleados del hotel. Era un camino fácil y la distancia no era muy larga (alrededor de dos horas de ida, dos de vuelta). Pero al menos había hecho algo. El clima también se mantuvo bastante bien, solo llovió brevemente una vez. Por lo demás, no había mucho que ver o hacer en Kalaw. De modo que estaba un poco aburrido y ya ese mismo día tomé el autobús nocturno hacia mi siguiente y último destino en Myanmar, y así llegué al final de mi viaje por el sudeste asiático...