Publicado: 23.02.2020
Después de un viaje en autobús muy agradable y un cruce de frontera sin problemas, hemos llegado a Singapur (país n.º 3 de nuestro viaje por el mundo).
En la ciudad con el cuarto coste de vida más alto del mundo, nos alojamos con May y su esposo Chloe, ya que el hotel Marina Bay Sands habría superado nuestro presupuesto de mochileros.
Alquilar apartamentos a través de Airbnb está en realidad prohibido en Singapur. Por lo tanto, tuvimos que hacernos pasar por amigos de May ante el personal de seguridad y los vecinos, y no podíamos mencionar nada relacionado con Airbnb. También tuvimos que filtrar nuestro equipaje sin ser vistos por el personal de seguridad del complejo de apartamentos durante el check-in.
El hecho de que mentir de manera comprobable en Singapur se castigue, además de con una multa, con hasta ocho azotes, se menciona aquí solo de pasada.
Asimismo, poseer goma de mascar sin receta médica, masticar chicle, o comer y beber en el transporte público está estrictamente prohibido.
Aun así, Singapur nos impresionó realmente. La ciudad no es considerada una de las metrópolis más importantes de Asia sin razón. La meticulosa limpieza, la perfecta red de metro que recorre completamente el subsuelo de la ciudad, y el horizonte realmente sorprenden.
En los dos días, hemos explorado la zona alrededor del famoso Hotel Marina Bay Sands y el centro de Singapur.
Recomendamos a cualquier visitante de Singapur visitar una vez el enorme parque Gardens by the Bay. A través de los innumerables árboles y plantas, te sientes más en una selva que en una megaciudad asiática.
El Cloud Forest Dome, con su cascada de 35 metros de altura, muestra de manera espectacular lo enormemente importante que es conservar la biodiversidad en nuestro planeta.
Sin embargo, el punto culminante del parque son los Supertrees, que se iluminan por la noche. Después del atardecer, se lleva a cabo un espectáculo de luces único todos los días, donde se toca la aria Nessun Dorma.
Después de haber recorrido casi 3.500 km en tren, autobús y ferry, mañana por la mañana viajaremos en avión por primera vez.
Por ahora, dejamos atrás las grandes ciudades y cumplimos un gran sueño de nuestra lista de deseos.
Desde Medan en Indonesia, nos sumergiremos en la selva de Sumatra durante 5 días, para descubrir con un poco de suerte algunos de los últimos orangutanes que quedan en este planeta en su hábitat natural.
¡Nos espera, entonces, nuestra primera gran aventura!
Bianca & Michael