Publicat: 10.10.2017
Después del ajetreo de la ciudad, estábamos contentos de poder finalmente ir al mar. Después de un viaje en autobús de 8 horas, que debido a la falta de espacio para las piernas fue poco relajante, al menos pudimos disfrutar un poco de la vista durante la travesía en ferry de 4 horas.
Al llegar a Koh Phangan, llovió a cántaros. Después de un viaje de 45 minutos a través de las montañas y la jungla de la isla, llegamos a nuestro destino.
Los días siguientes consistieron en playa, comida, dormir y relajarse.
Como nos gustó tanto, decidimos quedarnos algunos días más en la isla y explorarla un poco más por nuestra cuenta.
Saludos desde el paraíso
Nathi & Niko