Foilsithe: 29.08.2017
28.08.
conducir por la ciudad de 10 a 20 millones de habitantes en una mañana de lunes es toda una experiencia.
como mi domicilio está en el sur, tengo que cruzar toda la ciudad. la manera de conducir de los peruanos es hoy más agitada que cuando llegué. mis habilidades de multitarea son necesarias, ya que la voz de la navegación me falta en el oído y tengo que mirar constantemente la pantalla de mi teléfono para girar en las calles correctas, tomar las salidas correctas de las rotondas, y los colectivos y autobuses, que no tienen un carril exclusivo y que sin previo aviso frenan en el carril derecho para recoger pasajeros, necesito adelantar a tiempo, tener en cuenta las motos que pasan por la derecha y evitar que los SUVs, que creen que la calle es solo de ellos, se adentren a mi camino.
está nublado, hay una ligera llovizna que empeora la visibilidad, la densidad del tráfico está disminuyendo poco a poco. por mis ángulos de visión veo a la derecha e izquierda edificios habitacionales pegados en las laderas y personas que tienen que vivir allí, en su mayoría refugiados del campo que esperan encontrar un futuro en la ciudad.
¡lo logré! puedo volver a conducir con visión a larga distancia, pero solo por algunos kilómetros, porque luego llega la niebla, que me dificulta la conducción además de la llovizna. pero eso también se superará pronto, atravieso áridos montes desérticos, paisajes lunares y luego de nuevo a través de tierras planas y después de una curva, de repente todo vuelve a ser verde. gracias a un río, aquí crece verduras, papas, mandarinas, olivos, se vuelve a vender fruta en las calles, árboles bordean la carretera, el cielo lentamente se despeja de nubes, se ilumina, el cielo se abre y finalmente vuelve a estar presente.
imágenes que me son familiares. trabajadores de la calle quitan la arena del desierto del arcén con palas de nieve
soledad y sin tráficoel viento viene de atrás, la panamericana está prácticamente vacía, en los peajes puedo pasar por un camino lateral, tomo un par de fotos y quiero avanzar kilómetros.
cuando llego a casma, he recorrido casi 400 km.
mañana no habrá estrés de lima, sino una carretera vacía. tal vez otros 400 km sean posibles. con lo que no contaba era con que un grueso cojín de espuma para el banco no estaría mal...