Publicado: 09.11.2016
El Día 2 de nuestro roadtrip por Australia lo comenzamos en el camping en el bosque, al que no queríamos llegar de noche. Mirando hacia atrás, la decisión no fue del todo incorrecta, ya que tuvimos que recorrer al menos 10 km por el bosque y solo por caminos de grava. En el camino, ¡incluso vimos nuestros primeros canguros! El lugar estaba entre Ballarat y Creswick, las ciudades doradas de Victoria. Llegamos al camping alrededor de las 7:30 a.m. y nos acostamos de nuevo, ya que el aparcamiento en Creswick no nos dejó dormir muy tranquilos. Cuando nos despertamos dos horas después, en lugar de 3 autos (al dormir) había de repente 20. Eran personas que estaban allí buscando oro - mucho equipo como detectores de metales y equipos para lavar oro. Parece ser la actividad de fin de semana aquí en lugar de un jardín. Entre los locos preparamos un desayuno y después dimos un paseo por el bosque.
Después continuamos hacia Ballarat, que según la guía de viajes es un lugar bastante agradable. No estábamos excesivamente entusiasmados, pero el museo al aire libre con actores seguramente habría sido interesante, si no hubiera costado 50$ por persona de entrada. Así que solo visitamos el Museo del Oro, que nos dejó alrededor de 10$ más pobres por persona. Aquí había enormes nuggets de oro recreados que se encontraron en la región. Entre ellos, un trozo de 5 kg en Ballarat. ¡Otro enorme nugget fue encontrado incluso a solo 3 cm debajo de la superficie!
El objetivo de nuestro viaje en el Día 2 fue la Great Ocean Road, que también alcanzamos en Anglesea. Aquí hubo una breve parada para ver el mar, ya que se dice que en Anglesea el mar es especialmente tranquilo y apto para nadar. Pero como el clima no era adecuado para nadar, pronto seguimos adelante, ya que el próximo camping estaba en medio de la nada. También en el camino hacia este lugar para dormir, los canguros nuevamente nos sorprendieron al borde de la carretera.
Al llegar, nos dieron la bienvenida dos loros. Recolectamos algo de leña, encendimos una pequeña fogata y compartimos el resto de la pizza que habíamos preparado en el almuerzo. Pero como aún hace bastante frío por las noches, pronto nos metimos en el auto y así a la cama.