Rápido, sólo quedan 40 km para el final

Publicado: 15.10.2017

Para cambiar un poco, hoy nos levantamos nuevamente más temprano. Cuando salimos de la albergue todavía está oscuro y no hay ningún peregrino a la vista. Creo que no soy una persona matutina, correr me cuesta tanto, o quizás es porque no he dormido en toda la noche. Para levantar mi ánimo, hay bollos de chocolate. Así que continúo caminando decentemente. 5Km. 10Km. 15Km. Es hora de un almuerzo. Un gigantesco sándwich con jamón crudo, es decir, sólo jamón crudo, sin ensalada, ni tomate, ni nada. Pero tampoco es absolutamente necesario. El jamón crudo es tan delicioso en España. También estoy comiendo aceitunas aquí, lo cual nunca pensé que haría. Así que seguimos adelante. ¡Aún faltan 20Km para Santiago de Compostela! Nuestro objetivo sería pasar la noche a unos 10Km antes de Santiago. Pero....

¡No podemos rendirnos tan cerca de la meta! Unos bosques de eucaliptos más adelante parecen acercar nuestra meta y España se muestra de su lado más feo. Smog. Edificios en ruinas. Casas sin terminar y zonas industriales. No entendemos por qué el Camino, que en otras partes es tan hermoso, debe terminar así. Lo que más me molesta es una albergue que abarca unos 30 edificios que nunca se utilizó... Lo que se podría hacer aquí....

Google Maps nos indica que quedan 2.8km hasta el centro de Santiago. Vamos subiendo y bajando, luego subimos de nuevo y volvemos casi al mismo sitio. ¿Qué es esto? ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿El peregrino también debe practicar la humildad?!?! Un último gran giro alrededor de Santiago... Google Maps dice que quedan 3.5km hasta el centro. Mis pies duelen y debido a mi creciente cansancio, me tuerzo el tobillo con frecuencia. No hace las cosas más fáciles. Finalmente nos acercamos a edificios, edificios feos. Santiago no nos cae muy bien al principio. Pasamos por el primer albergue, también por el segundo. Justo antes del centro de la ciudad decidimos optar por un albergue... 14 euros por persona. Demasiado caro por una cama junto a paredes de cartón y cortinas. Después de la ducha, salimos en busca de la famosa iglesia y, como suele suceder, nos perdemos. Así que volvemos y tadaaa. Allí está, hermosa, majestuosa y adornada. Típico de mi suerte. Así que admiramos los históricos y lujosos edificios que la rodean. Nos permitimos alguna delicadeza para la cena. Jaja. Ahora estoy tumbado agotado en mi litera y me pregunto qué haremos durante los próximos 9 días.

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